*Va por vds la traducción de crónicas de todo el mundo Francés Inglés Alemán Ruso a Español*

12/12/11

Cesc Fàbregas marca en El Clásico con victoria del Barcelona ante el Real Madrid


El clásico en Europa, hoy Gran Bretaña con Sid Lowe, The Guardian
Próximo capítulo, "El Clásico" en Alemania; siguiente, en Rusia.


Para el Real Madrid, todo empezó muy bien, y terminó muy mal. Un gol a los 23 segundos les dió ventaja frente al Barcelona, y parecía abrir el camino para un cambio en el equilibrio de poderes. A las 10.01 el Madrid tenía seis puntos de diferencia en la cabeza de la Liga con un partido menos -una diferencia que muchos consideraban inalcanzable.

En el momento en el que sonó el pitido final, poco antes de la media noche, el Santiago Bernabéu estaba ya medio vacío, y el Barcelona había tomado el control desde hacía mucho. Además volvieron al liderazgo también. ¿Todo cambia? Todo sigue igual.

José Mourinho puede consolarse sabiendo que su equipo seguirá tres puntos por delante si ganan el próximo fin de semana, mientras el Barcelona está en el Campeonato de Clubes, pero en resumidas cuentas, fueron superados. A pesar de todas las dudas reciente, el Barcelona fue una vez más maravilloso.

A pesar de las últimas mejoras, el Madrid no fue lo bastante bueno; son ellos ahora los que pueden verse invadidos por las dudas. Los de Mourinho han ganado quince de quince, pero el Barcelona es otro cantar. Mourinho se ha enfrentado a ellos ocho veces, y solo ha ganado una.

El partido terminó efectivamente cuando todavía quedaban 25 minutos, al consesguir el Barcelona el tercero. Andrés Iniesta escapó de las entradas, Lionel Messi llegó en su apoyo, y dejó caer un balón sencillo al lado derecho. Daniel Alves llegó por la banda, entre rivales cansados, encontró espacio, y envió un servicio de precisión perfecta para Cesc Fábregas, ganó el remate, cabeceado, hacia abajo, al palo largo, y señaló el comienzo de 25 minutos de control de juego del Barcelona sin agobios.

Solo noventa minutos antes eso no parecía posible. Un rasgo del juego del Real Madrid esta temporada, una clave en su serie, es que han empezado a realizar la presión muy arriba, buscando a sus enemigos, y no esperándoles. La duda estaba en si repetirían el esquema frente al Barcelona. Repitieron.

En la primera parte el Barcelona fue reducido atrás, y el portero Víctor Valdés sentía la presión, con un primer pase bueno; el segundo, no pudo haber sido peor. Valdés lanzó el balón directamente a los pies de Di Maria. El argentino intentó buscar a Benzema, Sergi Busquets se lanzó a cortar el pase, que cayó en Mesut Özil y tiró a gol, Busquets, levantándose, pudo tocar de nuevo. Pero esta vez el balón rebotó y le cayó a Benzema, expectante a unos metros de la línea de gol, y marcó de volea.

No solo era el gol. El Madrid aplicaba presión, y el Barcelona se sentía incómodo, incapaz de conseguir una posesión controlada. Messi, sin embargo, es siempre peligroso y en cuanto tuvo ventaja con un rebalón de Sergio Ramos, se lanzó hacia el área de castigo del Madrid, se deshizo de Pepe, y tiró a gol. Iker Casillas se lanzó para despejar a ras de suelo a solo milímetros por fuera del poste. Era una advertencia.

Messi parecía cansado de esperar al Barcelona, y decidió retroceder a buscar él mismo el balón desde la media hora. Cayendo en la media mitad de su propio campo, donde recibió un pase de Gerard Piqué y se lanzó a la carrera. Los jugadores se lanzaron en su persecución, primero Özil, luego Lassana Diarra y Xabi Alonso, pero Messi se escapó. Diarra llegó a su lado, pero pudo lanzar el balón por el hueco para Alexis Sánchez quien lanzó un disparo recto, abajo, que acabó fuera del alcance de Casillas.

De repente, el Barcelona parecía un poco más tranquilo, ya habían empezado a tomar el control del balón y ya era más evidente. Hay que admirar sus nervios. Alves estaba más arriba en la derecha; Alexis se lanzó a través de la línea frontal; Inieta, extraordinario, se dirigió a la izquierda; Fábregas se puso más cerca de Xavi. En cuanto a Messi, estaba en todas partes. Ya  hacia la media parte, el Barcelona se había recuperado y comenzaba a obtener su porcentaje normal de posesión, la intensidad de la presión del Madrid, por el contrario, se redujo. Pronto había desaparecido por completo.

El Barcelona tomó la delantera a los diez minutos de la reanudación -y había una cierta similitud respecto al modo en que lo había hecho el Madrid previamente-. Cortaron un centro desde la izquierda, el balón llegó de rebote a Xavi, unos metros del área de penalty.

Su volea tropezó en el talón de Marcelo Vieira y dejó a contrapié a Casillas. El portero no pudo llegar hasta el balón, que entró deslizándose tras tocar en el poste.

Cristiano Ronaldo desperdició varios tiros libres, pero pudo haber igualdo los marcadores, sin embargo, cabeceó fuera en el minuto 65.

El gol del Barcelona un minuto después puso el final. Al Madrid le quedaron breves momentos, pero su suerte había desaparecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario